domingo, 18 de julio de 2010

Y de repente se hizo la luz

Estimados lectores:

Retomando el post anterior, os diré que no fue fácil encontrar dicho tema
que me hiciera pensar en que era lo suficientemente bueno como para atraer
al lector y sobre todo a mi.

Hacía cosa de un año, yo estaba empezando un borrador acerca del S. XIX y
los avances de la medicina de aquella época. Pero tuve que abandonarlo, ya
que simplemente no estaba preparada para llevar a cabo un proyecto de tal
embergadura, de echo, reconozco que hoy en día sigo igual.

De modo que tras sufrir mi primer fracaso intentándolo, me encontraba algo
perdida e indecisa. Tenía claro que quería escribir y deseaba que en mi
historia hubiera personajes envueltos por una espiral de sensaciones tan
intensas que lograra que el lector las viviera con ellos. Por esa razón, en
aquella trama, no podía faltar la emoción, la aventura y por supuesto, el
amor. Sin embargo, faltaba otro componente clave aunque no sabía muy bien
el que....

Un buen día escuché por la televisión una noticia referente al Vaticano y
de repente se hizo la luz. Era justo lo que estaba buscando para crear el
argumento, ¡misterio!. Porque si algo suscita la iglesia católica a las
personas (entre otras cosas), es eso mismo. Pero, pese a que la idea me
gustaba, no quería involucrarme en temas complicados de desarrollar y que
me sucediera como la vez anterior. Así que decidí evitar la parte
histórica, centrándome en lo enigmático y de nuevo la musa apareció ante
mis ojos. En un principio deseché esa posibilidad creyendo que era
demasiado arriesgado pero poco a poco comenzé a verlo todo de forma mas
clara. Había surgido la magia en mi interior y ahora ya tenía un motivo
para escribir.

1 comentario:

  1. El motivo es, de todas todas, misterioso. Luminícamente espero que sea un haz de faro que te guíe y no un potente rayo que nos dislumbre. Sé, por experiencia, que hay que marcarse retos a nuestro alcance, pero mucho más importante es plantearse objetivos. Sé que vas por buen camino, bien iluminado y con arduo esfuerzo. Ánimo y a sombrear páginas.

    ResponderEliminar