Gutenberg

Estimados lectores;
hoy inauguró esta sección titulada curiosidades, porque pienso que el mundo y la historia están llena de ellas y que mejor que empezar a hablar de Johannes Gutenberg, el creador de la imprenta.
Se sabe que Johannes Gutenberg tenía serios problemas económicos. Por ello se vió forzado a pedir un préstamo a su socio Juan Fust, que al no poder pagar se quedó con la imprenta.
Fust se apresuro a imprimir numerosas biblias que llevo a París, donde un impreso común costaba 500 coronas. Este muy astuto, comenzó a vender las biblias a 60 coronas y sin que el comprador tuviera que esperar para el asombro de los demás.
Pero a nuestro querido bribón le salió mal la jugada y es que no contaba que los otros competidores al ver las iniciales rojas y brillantes de sus impresos le acusaran de hereje, ya que pensaban que era la propia sangre de Fust derramada en su pacto con el demonio.
Sin embargo Fust no era imbécil y prefirió decir la verdad revelando la historia de la invención de Gutenberg, antes que ser condenado a la hoguera. Así fue como tras levantarse los cargos contra Fust muy pronto la imprenta se propagó por toda Europa y a lo largo del mundo, con el verdadero nombre de su artífice. Se puede decir que en este caso gracias a las supersticiones se hizo justicia.