Estimados lectores;
el verano se acaba y damos paso al otoño.
Una estación que al igual que la primavera es la antesala de un clima extremo, verano o invierno.
En cualquier caso sirve para ir aclimatando el cuerpo y la mente. Es un abrazo cálido acompañado de tonos ocres que simboliza el marchitar de las hojas, la muerte dorada. Nunca el final de un ciclo sentó tan bien como el otoño.
También nosotros nos marchitamos en cierta medida. Dejamos el trasiego de los días interminables de horas de luz, el olor a mar y a bronceador, y comenzamos a volvernos más intimos, sosegados, en definitiva más nostálgicos. Ya sabéis, después de la fiesta viene la resaca. Algunos psiquiatras dicen que es una época depresiva para los más suceptibles, más bien creo que en parte es debido a que no llevan bien la vuelta a la rutina. Otros en cambio le encuentran la magia a eso de sacar el jersey y perderse por los bosques en busca de setas o de castañas, son los que se integran de pleno al otoño. Pero siendo sincera, me parece que la mayoría opta por hacerse con estos manjares desde la comodidad de un supermercado o bien comprando en un puesto ambulante de castañas asadas, mientras pasean al crujir de cada paso por los parques marchitos. Es sin duda una manera más de vivir la muerte dorada del año.
Diario de una novel
domingo, 19 de septiembre de 2010
domingo, 5 de septiembre de 2010
El primer final
Estimados lectores;
una mezcla de emoción y melancolía me ha sobrecogido de unos días para acá. La rázon está clara, me acerco al final de una aventura que empezó el uno de Enero de este año.
Supongo que sabéis de que hablo, mi novela. La primera novela de lo que será una trilogía.
Luego me llevará un tiempo más, reescribir, añadir o quitar partes. Pero los cimientos de la casa ya estarán echados.
Si de por sí el proceso de una novela es complicado, encontrar un final que se ajuste a la historia, es una auténtica locura y más cuando dicha historia tiene tantos matices de misterio.
Por eso durante un tiempo me rompí la cabeza buscando la manera de encajar las piezas del puzzle. Además, a eso hay que añadir que me decantaba entre concluir siguiendo el curso de los acontecimientos y dejando buen sabor de boca, o jugar con el factor sorpresa aún a riesgo de provocar el enfado de algún lector. Después de todo, ¿sabéis cuál escogí de los dos?. Mucho me temo que para averiguarlo, tendréis que esperar un poco jajaja. Sí soy mala, lo sé. Es lo que tiene trabajar tantos meses con un personaje así, algo siempre se te pega.
Sin embargo adelantaré, que tomé una decisión importante a última hora y que creo conseguirá dejar descolocado a más de uno porque hasta yo me quedé en ese estado.
una mezcla de emoción y melancolía me ha sobrecogido de unos días para acá. La rázon está clara, me acerco al final de una aventura que empezó el uno de Enero de este año.
Supongo que sabéis de que hablo, mi novela. La primera novela de lo que será una trilogía.
Luego me llevará un tiempo más, reescribir, añadir o quitar partes. Pero los cimientos de la casa ya estarán echados.
Si de por sí el proceso de una novela es complicado, encontrar un final que se ajuste a la historia, es una auténtica locura y más cuando dicha historia tiene tantos matices de misterio.
Por eso durante un tiempo me rompí la cabeza buscando la manera de encajar las piezas del puzzle. Además, a eso hay que añadir que me decantaba entre concluir siguiendo el curso de los acontecimientos y dejando buen sabor de boca, o jugar con el factor sorpresa aún a riesgo de provocar el enfado de algún lector. Después de todo, ¿sabéis cuál escogí de los dos?. Mucho me temo que para averiguarlo, tendréis que esperar un poco jajaja. Sí soy mala, lo sé. Es lo que tiene trabajar tantos meses con un personaje así, algo siempre se te pega.
Sin embargo adelantaré, que tomé una decisión importante a última hora y que creo conseguirá dejar descolocado a más de uno porque hasta yo me quedé en ese estado.
domingo, 29 de agosto de 2010
El clan del oso cavernario
Estimados lectores;
la osadía no tiene límites, por ello hoy me atrevo a hacer mi primera reseña literaria y me estreno con un maravilloso libro titulado "El clan del oso cavernario" de la saga los hijos de la tierra y todos ellos de la autora Jean M. Auel.
Ayla, como así se llama la protagonista, es una niña Cro-magnon de cinco años. Debido a un terremoto que destruye su pueblo, la pequeña Ayla se ve obligada a vagar sin rumbo en busca de amparo. Ello la conduce por diversos peligros a lo largo del camino hasta que termina situada a las puertas de la misma muerte.
Un clan de Neandertales que también están de paso huyendo de la catástrofe, se encuentran a la pequeña y tras meditarlo mucho, deciden adoptarla. Es ahí cuando comienza la verdadera aventura porque Ayla tendrá que aprender a convivir con su nueva familia. Una familia de distinta raza, distintas costumbres y distinta manera de comunicarse, ya que ellos carecen de capacidad para poder hablar, haciéndolo mediante sonidos guturales o señas. Estas no son las únicas singularidades que apreciaremos a lo largo del libro. La autora ha sabido plasmar utilizando un lenguaje sencillo, todos los entresijos que diferenciaban una cultura de otra. Demostrando estar bastante documentada sobre la prehistoria en general y los Neandertales en particular.
Esos grandes desconocidos que a la vez continúan suscitando interés y que gracias a esta autora conseguimos revelar un poco más el misterio. He de añadir que en los siguientes libros que constituyen la saga, también asistiremos a comprender nuestros propios antepasados, por medio de la madurez que irá adquiriendo la protagonista.
Concluyendo con un apunte más, diré que existe una película basada en este libro y que así como invito a la lectura del mismo, en cambio no recomiendo la visión de este film. Sobre todo si se pretende hacerlo antes de leer el libro porque bajo mi punto de vista la película es tan mala que quita las ganas de lo anterior. Sin duda, un ejemplo más de que a veces el cine en vez de ayudar a la literatura hace justo lo contrario.
la osadía no tiene límites, por ello hoy me atrevo a hacer mi primera reseña literaria y me estreno con un maravilloso libro titulado "El clan del oso cavernario" de la saga los hijos de la tierra y todos ellos de la autora Jean M. Auel.
Ayla, como así se llama la protagonista, es una niña Cro-magnon de cinco años. Debido a un terremoto que destruye su pueblo, la pequeña Ayla se ve obligada a vagar sin rumbo en busca de amparo. Ello la conduce por diversos peligros a lo largo del camino hasta que termina situada a las puertas de la misma muerte.
Un clan de Neandertales que también están de paso huyendo de la catástrofe, se encuentran a la pequeña y tras meditarlo mucho, deciden adoptarla. Es ahí cuando comienza la verdadera aventura porque Ayla tendrá que aprender a convivir con su nueva familia. Una familia de distinta raza, distintas costumbres y distinta manera de comunicarse, ya que ellos carecen de capacidad para poder hablar, haciéndolo mediante sonidos guturales o señas. Estas no son las únicas singularidades que apreciaremos a lo largo del libro. La autora ha sabido plasmar utilizando un lenguaje sencillo, todos los entresijos que diferenciaban una cultura de otra. Demostrando estar bastante documentada sobre la prehistoria en general y los Neandertales en particular.
Esos grandes desconocidos que a la vez continúan suscitando interés y que gracias a esta autora conseguimos revelar un poco más el misterio. He de añadir que en los siguientes libros que constituyen la saga, también asistiremos a comprender nuestros propios antepasados, por medio de la madurez que irá adquiriendo la protagonista.
Concluyendo con un apunte más, diré que existe una película basada en este libro y que así como invito a la lectura del mismo, en cambio no recomiendo la visión de este film. Sobre todo si se pretende hacerlo antes de leer el libro porque bajo mi punto de vista la película es tan mala que quita las ganas de lo anterior. Sin duda, un ejemplo más de que a veces el cine en vez de ayudar a la literatura hace justo lo contrario.
domingo, 22 de agosto de 2010
Una mera mensajera
Estimados lectores;
he descubierto que en el transcurso de lo que llevo escrito de la novela me he vuelto loca.
Lo que empezó siendo una idea, poco a poco ha ido cobrando vida, y digo bien, vida. Ya que escucho hablar a los personajes en mi mente. Parlotean sin cesar entre ellos dándome posibles ideas para los diálogos y cuando desarrollo determinadas escenas, no siempre se muestran de acuerdo.
Sin darme cuenta me he convertido en una mera mensajera entre ellos y la pantalla del ordenador. Soy capaz de desdoblarme de mi propia personalidad para ver a través de los ojos de la protagonista con una facilidad pasmosa.
Sin embargo cuando tengo que volver a ser yo, más que nada para que quien convive conmigo no sospeche de mi ausencia, no me resulta tan sencillo. Ella y los que la rodean siguen adquiriendo protagonismo en mi cabeza negándose a ser menos. Y si se da la situación de que por unos días no los sienta entonces me preocupo seriamente. Porque lo cierto lectores, es que por primera vez disfruto siendo utilizada y es más, he prometido no abandonarlos por mucho tiempo.
Bueno y cambiando de tema, aprovecho para recordaros que inauguré ayer mismo una nueva sección titulada "curiosidades y anécdotas" la cual espero que disfruten.
he descubierto que en el transcurso de lo que llevo escrito de la novela me he vuelto loca.
Lo que empezó siendo una idea, poco a poco ha ido cobrando vida, y digo bien, vida. Ya que escucho hablar a los personajes en mi mente. Parlotean sin cesar entre ellos dándome posibles ideas para los diálogos y cuando desarrollo determinadas escenas, no siempre se muestran de acuerdo.
Sin darme cuenta me he convertido en una mera mensajera entre ellos y la pantalla del ordenador. Soy capaz de desdoblarme de mi propia personalidad para ver a través de los ojos de la protagonista con una facilidad pasmosa.
Sin embargo cuando tengo que volver a ser yo, más que nada para que quien convive conmigo no sospeche de mi ausencia, no me resulta tan sencillo. Ella y los que la rodean siguen adquiriendo protagonismo en mi cabeza negándose a ser menos. Y si se da la situación de que por unos días no los sienta entonces me preocupo seriamente. Porque lo cierto lectores, es que por primera vez disfruto siendo utilizada y es más, he prometido no abandonarlos por mucho tiempo.
Bueno y cambiando de tema, aprovecho para recordaros que inauguré ayer mismo una nueva sección titulada "curiosidades y anécdotas" la cual espero que disfruten.
sábado, 14 de agosto de 2010
El café más caro de toda mi vida
Estimados lectores;
"soñar no es gratis" y explicaré antes que nada, como he llegado a esta conclusión. Era finales de mes cuando una mañana estaba yo, en unos grandes almacenes de mi ciudad. Debido a que este tipo de centros me agobian sobre manera, decidí tomar un respiro sentada en una cafetería y puedo asegurar que ¡maldita la hora!.
Mientras esperaba el cambio de los veinte euros con los que pagué el café, mi mente se abstrajo, sin apenas darme cuenta.
Empecé a analizar desde un discreto rincón, a la gente que pasaba a mi alrededor. No tardé en sentirme identificada con algunas de las escenas que veía.
En frente, salía una madre de la juguetería, con su hijo enrrabietado por no haber logrado salirse con la suya. Pero es que supuse que la pobre mujer no estaba para derrochar en los caprichos del niño a pocos días de finalizar el mes.
Al otro extremo sin embargo, una pareja de enamorados sentados en un banco, no parecían tener ese problema. Habían paralizado el mundo entre besos y arrumacos y todo lo demás cobraba insignificancia.
En cambio la señora de la limpieza no veía la hora que aquel par de tortolitos se marcharan de una vez, para pasar el mocho por esa zona.
Y yo después de un buen rato, me levanté de mi silla pensando como podía añadir todas esas escenas cotidianas, a mi libro. Pero ya en el autobús de camino a mi casa, me encontré con una desagradable sorpresa, ¡había olvidado de recoger el cambio del café! y os recuerdo que era finales de mes.
"soñar no es gratis" y explicaré antes que nada, como he llegado a esta conclusión. Era finales de mes cuando una mañana estaba yo, en unos grandes almacenes de mi ciudad. Debido a que este tipo de centros me agobian sobre manera, decidí tomar un respiro sentada en una cafetería y puedo asegurar que ¡maldita la hora!.
Mientras esperaba el cambio de los veinte euros con los que pagué el café, mi mente se abstrajo, sin apenas darme cuenta.
Empecé a analizar desde un discreto rincón, a la gente que pasaba a mi alrededor. No tardé en sentirme identificada con algunas de las escenas que veía.
En frente, salía una madre de la juguetería, con su hijo enrrabietado por no haber logrado salirse con la suya. Pero es que supuse que la pobre mujer no estaba para derrochar en los caprichos del niño a pocos días de finalizar el mes.
Al otro extremo sin embargo, una pareja de enamorados sentados en un banco, no parecían tener ese problema. Habían paralizado el mundo entre besos y arrumacos y todo lo demás cobraba insignificancia.
En cambio la señora de la limpieza no veía la hora que aquel par de tortolitos se marcharan de una vez, para pasar el mocho por esa zona.
Y yo después de un buen rato, me levanté de mi silla pensando como podía añadir todas esas escenas cotidianas, a mi libro. Pero ya en el autobús de camino a mi casa, me encontré con una desagradable sorpresa, ¡había olvidado de recoger el cambio del café! y os recuerdo que era finales de mes.
domingo, 8 de agosto de 2010
Homenaje a la singular esencia
A ti, artista de singular esencia y extraordinaria riqueza que no siempre
supieron comprender, que te pagaron con indiferencia. Me refiero al niño
marginado en clase por su extrema sensibilidad, al loco del pueblo que
esculpió una figura a partir de la basura de sus vecinos, al que fue
tachado de oveja negra en la familia por su particularidad y a muchos más.
Ejemplos claros del misterio que supone tu presencia y en ocasiones,
incluso catalogado de bujarra o bruja.
Pero no obstante, una de esas tantas veces que te evadiste de la realidad,
insuflaste vida a tu sueño, envolviendo a todos en tu delirio.
Hablo también de los hombres que a través del arte, su filosofía y su
estilo de vida lograron dejar huella, tales como; Sócrates, Leonardo Da
Vinci, Amadeus Mozart, Velázquez y por supuesto Miguel Cervantes.
Visionarios que despertaron un buen día para encontrarse a la humanidad
dormida. Grandes maestros sin duda, cuyo recuerdo sobrevivió al paso de los
siglos y perdurará durante toda la eternidad.
No puedo tampoco dejar de mencionar "a las olvidadas". Mujeres a las que
la naturaleza otorgó el mismo don de la genialidad y que sin embargo,
debido a la condición machista, pasaron desapercibidas en la historia. De
algunas incluso, como más tarde se comprobó, conocemos sus obras bajo la
firma de su marido o tutor.
Y por último pero no menos importante, dedico este homenaje con humilde
prosa y gran admiración, al aprendiz que cautivado sigue la estela de los
ya nombrados. Recuerda aprendiz que éstos valientes en su momento se
atrevieron a dar rienda suelta a su locura y lograron transmitir de
diversas maneras a los más incrédulos. Por lo tanto, debes saber que
naciste con una sensibilidad extrema para captar de una forma diferente tu
alrededor y hacer magia. Nunca olvides pues, amado artista cuando la
inseguridad te aceche, que tú, otros y los que aún están por venir al
mundo, sois la memoria sensitiva de un planeta cada vez más impasible, de
modo que en los momentos de mayor debilidad sumérgete en tu mundo y crea.
supieron comprender, que te pagaron con indiferencia. Me refiero al niño
marginado en clase por su extrema sensibilidad, al loco del pueblo que
esculpió una figura a partir de la basura de sus vecinos, al que fue
tachado de oveja negra en la familia por su particularidad y a muchos más.
Ejemplos claros del misterio que supone tu presencia y en ocasiones,
incluso catalogado de bujarra o bruja.
Pero no obstante, una de esas tantas veces que te evadiste de la realidad,
insuflaste vida a tu sueño, envolviendo a todos en tu delirio.
Hablo también de los hombres que a través del arte, su filosofía y su
estilo de vida lograron dejar huella, tales como; Sócrates, Leonardo Da
Vinci, Amadeus Mozart, Velázquez y por supuesto Miguel Cervantes.
Visionarios que despertaron un buen día para encontrarse a la humanidad
dormida. Grandes maestros sin duda, cuyo recuerdo sobrevivió al paso de los
siglos y perdurará durante toda la eternidad.
No puedo tampoco dejar de mencionar "a las olvidadas". Mujeres a las que
la naturaleza otorgó el mismo don de la genialidad y que sin embargo,
debido a la condición machista, pasaron desapercibidas en la historia. De
algunas incluso, como más tarde se comprobó, conocemos sus obras bajo la
firma de su marido o tutor.
Y por último pero no menos importante, dedico este homenaje con humilde
prosa y gran admiración, al aprendiz que cautivado sigue la estela de los
ya nombrados. Recuerda aprendiz que éstos valientes en su momento se
atrevieron a dar rienda suelta a su locura y lograron transmitir de
diversas maneras a los más incrédulos. Por lo tanto, debes saber que
naciste con una sensibilidad extrema para captar de una forma diferente tu
alrededor y hacer magia. Nunca olvides pues, amado artista cuando la
inseguridad te aceche, que tú, otros y los que aún están por venir al
mundo, sois la memoria sensitiva de un planeta cada vez más impasible, de
modo que en los momentos de mayor debilidad sumérgete en tu mundo y crea.
jueves, 5 de agosto de 2010
Mi musa esteparia.
Estimados lectores;
os presento a mi otra musa. No dejéis que os engañe su carita angelical, en realidad, es un monstruo peludo que no para quieta ni un segundo. Sin embargo, tengo mucho que agradecer a este hermoso animal que me hace reir pero en ocasiones también consigue desquiciarme.
Existe un protagonista más en esta historia al que igualmente le debo mucho. Ambos constituyen una parte fundamental en mi vida y los tres formamos una pequeña familia. De alguna manera mi perfecto mundo queda reflejado en la novela, que si algún día tengo la dicha de que leáis, os daréis cuenta de ello. Con esto no quiero decir que toda la trama esté basada en mí, ni mucho menos. Pero es imposible que una historia que nace de tu alma no adquiera ciertos matices de la realidad diaria del escritor y ese ha sido el propósito de hoy, compartir con vosotros un trozo (que no el único) de mí.
os presento a mi otra musa. No dejéis que os engañe su carita angelical, en realidad, es un monstruo peludo que no para quieta ni un segundo. Sin embargo, tengo mucho que agradecer a este hermoso animal que me hace reir pero en ocasiones también consigue desquiciarme.
Existe un protagonista más en esta historia al que igualmente le debo mucho. Ambos constituyen una parte fundamental en mi vida y los tres formamos una pequeña familia. De alguna manera mi perfecto mundo queda reflejado en la novela, que si algún día tengo la dicha de que leáis, os daréis cuenta de ello. Con esto no quiero decir que toda la trama esté basada en mí, ni mucho menos. Pero es imposible que una historia que nace de tu alma no adquiera ciertos matices de la realidad diaria del escritor y ese ha sido el propósito de hoy, compartir con vosotros un trozo (que no el único) de mí.
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